Columna de Alberto Precht en el Diario Financiero: Un upgrade en transparencia

Desde la perspectiva de un mejor gobierno corporativo y de compliance, la reforma de estatutos que se está proponiendo en SOFOFA -que entre otras materias busca distinguir de entre sus miembros a las empresas de auditoría, para efectos de su participación en el Consejo General- es acertada.

Es cierto que las empresas de auditoría han ido desarrollando a lo largo de los últimos años un importante negocio de consultoría en las más diversas materias, el que ha sido un gran aporte para el mundo gremial.
Sin embargo, esa contribución pareciera conveniente separarla de las deliberaciones en el seno del máximo órgano deliberativo del principal gremio empresarial de Chile.

Es importante evitar poner en situaciones de conflicto a quienes no solamente prestan un servicio, sino que también, al hacerlo, cumplen con una responsabilidad social como ministros de fe pública, cuyos socios principales son también los socios principales de sus respectivos negocios de auditoría. Por lo tanto, no se trata de una precaución exagerada, sino que de una medida que refuerza el gobierno corporativo de un gremio, en este caso, para resguardar dicha fe pública.

Por ejemplo, es sano que casos polémicos como La Polar, Primus u otros, puedan ser discutidos en dicho Consejo sin la participación de las empresas auditoras, o que cuando se realizan campañas para las elecciones de miembros del señalado Consejo, ninguna auditora se ponga en la situación incómoda de solicitar apoyos de empresas que pueden estar actualmente auditando.

El desarrollo de las auditorías es una tarea compleja, que puede derivar en diferencias de criterio entre auditor y auditado, y por eso es mejor una separación nítida cuando se trata de deliberaciones gremiales en dicho órgano o, a lo menos, regular esa situación.

De acuerdo con lo trascendido, con los nuevos estatutos de SOFOFA estas empresas auditoras podrán seguir aportando su conocimiento en la discusión de políticas públicas. Además de los temas tributarios,
sus aportes en materias laborales, protección de datos personales, adopción tecnológica, entre muchos otros, seguirán siendo muy necesarios como insumos técnicos en el trabajo que hacen los distintos gremios
empresariales del país.

Además, parte de la industria de las denominadas “Big 4” está de acuerdo en que su aporte no depende del supuesto poder que representa estar sentado en Consejo General de SOFOFA. Doble razón para mantener a las empresas auditoras alejadas de esa esfera.